

¿Quiénes somos?
​La Iglesia Wesleyana es una denominación evangélica, protestante. Ofrecemos las buenas nuevas que la fe en Jesucristo hace posible una maravillosa relación personal con Dios, una vida santa facultada por Su Espíritu para testimonio y servicio, y la seguridad de la vida eterna en el cielo.
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Nuestro nombre es en honor de John Wesley, el fundador del Metodismo, cuyo énfasis en una vida de fe, de autodisciplina y amor perfecto es nuestro ejemplo.
Visión
Ser una comunidad Evangelística y Misionera, que influya nacional e internacionalmente con la enseñanza y predicación de evangelio.


Plantar nuevas iglesias, formando hombres y mujeres en una vida útil y productiva en el Reino de Dios.
Misión
Estrategia
Cruzadas de evangelización, grupos de crecimiento, fortalecer la familia, equipar y entrenar a la juventud en el propósito de Dios.
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La Academia Biblia es parte fundamental para el compañerismo y el aprender la Palabra.

Declaración de Fe
Creemos en la inspiración plenaria y verbal de las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento en sus documentos originales como la palabra infalible, inerrante y veraz de Dios: en ella encontramos la completa revelación del deseo de Dios para su pueblo, siendo ellas la única regla de fe y conducta cristiana.
Creemos que hay un Dios, perfecto y que existe en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estos tres son uno, teniendo la misma naturaleza, los mismos atributos y la misma perfección.
Que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, concebido por la obra del Espíritu Santo, nacido de la virgen María. Murió en la cruz del Calvario, porque el ser humano se había corrompido, el justo muere por los injustos, el santo por los pecadores; todos los que creen en El son declarados justos por la sangre derramada en la cruz del Calvario. Resucitó de entre los muertos conforme a las Escrituras; está a la diestra de la majestad de las alturas como nuestro gran Sumo Sacerdote; de donde volverá otra vez a establecer en la tierra su reino de justicia y paz.
Creemos que el Espíritu Santo es una persona Divina, fiel intérprete de las Escrituras; impartidor de poder, dones y agente santificador en la vida del creyente. Es el que convence de pecado, justicia y juicio, que abre los ojos espirituales, instruye, capacita y guía al creyente a ser un instrumento de bendición.
Creemos en los dones y ministerios del Espíritu Santo para la edificación de su Iglesia, siendo administrados en amor y para la gloria de Dios.
Creemos que el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, tal como lo declara la palabra de Dios, pero heredó una naturaleza caída e inclinada hacia el mal. Después de la desobediencia de Adán y Eva en el jardín del Edén. El destino del hombre que rechaza a Cristo será de perdición eterna, pero la del hombre o mujer reconciliado con Cristo será de dicha y felicidad eterna.
Creemos que Cristo murió en lugar de todo pecador, ofreciéndose como sacrificio expiatorio por el pecado del mundo entero.
Creemos que habrá una resurrección corporal de los que se reconciliaron con Cristo y de los que vivieron injustamente; los primeros resucitados para vida eterna y los segundos para juicio.
Creemos que la iglesia está compuesta de todos los que creen verdaderamente en el Señor Jesucristo como Señor y Salvador. La iglesia es el cuerpo y la esposa de Cristo. Que cada creyente pasa a formar parte de la iglesia, no obstante cada creyente debe ser lleno del Espíritu Santo para una vida efectiva en la tierra. Además, el Señor Jesucristo es la cabeza y fundador de la Iglesia.
Creemos que Jesucristo sana los enfermos, que el Señor hizo provisión para nuestros cuerpos. También que hay poder liberador en Jesucristo para sanar el alma y libertar de demonios.
Creemos en la evangelización del mundo; como la misión prioritaria la de predicar el evangelio del reino de Dios a toda criatura. Que debe hacerse énfasis en la evangelización de adultos, jóvenes y niños y en general todo trabajo que conlleve a la salvación de los perdidos.
Creemos en la realidad de Satanás, él cual engaña al mundo entero. Es el adversario de Dios y de los que andan en la voluntad perfecta del Señor. Es mentiroso, ladrón, destructor, deleitándose en rebelarse contra Dios y sus mandamientos. Es el jefe de los demonios y espíritus inmundos.
Creemos que cada creyente tiene la seguridad de la salvación, pero ésta está condicionada en su vivir en Cristo. Una vida de fe en el temor del Señor. De modo que el creyente debe guardar su salvación y vivir en armonía a los lineamientos divinos.
Creemos que la familia es la base para nuestra sociedad, que los principios divinos son fundamentales para la realización del propósito de Dios. Que nuestro espíritu, alma y cuerpo debe estar en armonía a la voluntad de Dios.
Creemos que el creyente debe ser fiel en sus diezmos, éstos reflejan nuestra dependencia y obediencia al Señor. Sus promesas son que las ventanas del cielo serían derramadas hasta sobreabundar la bendición. También el ofrendar generosamente y con alegría conforme el Señor haya prosperado. Reconocemos que la mezquindad empaña el carácter cristiano. Creemos que un pastor que no diezma es un hipócrita que neutraliza la bendición de Dios.
Creemos en la segunda venida de Jesucristo en sus dos fases: arrebatar a los creyentes verdaderos y segundo instaurar el reino milenal.
Creemos en la condenación final de los que rechazan a Jesucristo como Señor y Salvador. Vivir eternamente en los cielos nuevos y tierra nueva donde mora la justicia.
Creemos que debemos vivir una vida en fe, sacrificada, crucificando nuestra carnalidad, suspirando por un avivamiento continuo en nuestras vidas. Llevar una vida de oración y constante estudio bíblico. Cultivar la unidad de los creyentes y la gratitud con Dios y su prójimo. Además de frecuentar las actividades normales de la iglesia, siendo obediente y consagrado.
Creemos que Dios en estos últimos tiempos está usando a todo hombre y mujer que se dispone en sus manos.